El Ayuntamiento de Venecia tiene planeado aprobar hoy la implementación de un peaje turístico para acceder a la ciudad, convirtiéndose así en una de las primeras ciudades del mundo en hacerlo. Sin embargo, esta medida adoptada por las autoridades italianas para gestionar el inmenso flujo de 32 millones de visitantes al año no parece ser suficiente para salvar a la ciudad del turismo masivo.
Venecia, conocida como la «ciudad de los canales» y declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1987, podría ser incluida en la lista de lugares en peligro durante la Asamblea General de la UNESCO que se llevará a cabo en Riad del 15 al 25 de septiembre. La UNESCO considera que Italia debe tomar medidas adicionales para proteger la ciudad.
Marco Gasparinetti, portavoz del Grupo 25 de abril, una plataforma ciudadana que aboga por la inclusión de Venecia en la lista de la UNESCO, afirma que Venecia ya está en peligro y han estado esperando esta decisión durante años.
La ciudad, fundada en el siglo V y una potencia naval en el Mediterráneo en el siglo X, posee un vasto patrimonio histórico y cultural, que incluye una impresionante arquitectura con palacios de diferentes épocas, desde bizantinos hasta barrocos, además de su laguna y sus islas. La ciudad está construida sobre terreno pantanoso y cimientos de madera, con más de 20 millones de postes que han resistido a lo largo de los siglos gracias al ingenio de sus constructores.
Sin embargo, Venecia enfrenta una triple amenaza que incluye el turismo masivo, proyectos de desarrollo y el cambio climático, todos los cuales están dañando su identidad cultural y social, así como sus estructuras arquitectónicas.
A pesar de los esfuerzos de Italia para mejorar la gestión turística y la coordinación entre las administraciones, la UNESCO considera que se necesita un modelo más sostenible que reduzca el número excepcionalmente alto de visitantes y mejore la calidad de vida de los residentes.
Los venecianos se quejan de que la ciudad se ha vuelto insoportable debido a la afluencia masiva de turistas, lo que ha llevado a una disminución de la población local y un aumento de los visitantes. Se espera que el peaje turístico sea implementado solo en días selectos, permitiendo que todos los que paguen puedan ingresar, lo cual no satisface a quienes buscan un límite o umbral de carga para controlar la entrada.
La inclusión de Venecia en la lista de lugares en peligro de la UNESCO es vista como una oportunidad para presionar por un cambio más significativo y necesario en la gestión del turismo en la ciudad. Más de 4.000 ciudadanos han firmado una petición en línea para que la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, visite personalmente Venecia y vea la situación actual de una ciudad convertida en una máquina turística sin control. El Ayuntamiento espera que esta medida sea un paso hacia la protección del patrimonio único de Venecia y su calidad de vida.